La Casa Silva fue una tienda fotográfica ubicada en Lota Bajo, abierta por el fotógrafo local Pedro Silva. En 1929 se instala con un almacén eléctrico y fotográfico junto a Fernando Loosli en calle Comercio, frente a la Plaza de Armas de Lota, ofreciendo servicios fotográficos e insumos de las marcas Kodak, Agfa, Zeiss y Sutter, además de ampolletas, linternas, pilas e incluso bicicletas. Para el año siguiente, se separa de Loosli y se establece a pocas cuadras de distancia, en calle Comercio #768, a escasos metros de la Plaza Chillancito, ya como distribuidor oficial de la marca Kodak en Lota. Reconocido fotógrafo de deportistas de la cuenca del carbón, trabaja para el diario lotino La Opinión, registrando actividades sociales, deportivas y culturales de la zona, comenzando a distribuir material cinematográfico para aficionados en 16mm, como cámaras y rollos de celuloide, en consonancia con la masificación del formato luego de la aparición del cine sonoro y el encarecimiento del 35mm. Casa Silva incluye constantemente avisos de sus productos por la prensa, realizando promociones que incluían el préstamo de cámaras y cintas para filmar sin costo por las calles de Lota, gracias a lo que se pudieron realizar algunos cortometrajes de los que se conocen títulos como Desfile del Cuerpo de Bomberos y revista general (1930), Solemnes funerales del señor Cousiño (1931) y Vistas panorámicas de Lota (1931), que fueron exhibidas consecutivamente en diferentes celebraciones y ceremonias en centros culturales y deportivos de la cuenca del carbón.