El segundo largometraje de la compañía Apolo Film es un melodrama en la que un joven se traslada a la ciudad en busca de un mejor vivir y vuelve para enfrentarse al heredero de un poderoso hacendado que le arrebató la virginidad a su inocente hermana. La película retrata conflictos de clase y la migración campo-ciudad e incluye escenas de alto riesgo en las alturas del viaducto del Malleco. El filme toma su nombre de una popular canción de la época y en algunas funciones la actriz Clara del Castillo acompañaba ciertas escenas cantando en vivo. Se trata de la película local más antigua que se conserva en la actualidad.